El amor siempre tiene algo de locura. Esta es una de las frases que más se ha escuchado a lo largo de los tiempos para referirse al sentimiento romántico. Poetas, cantantes, directores de cine y escritores han hablado del amor durante siglos. Hablar de amor es hablar de sentimientos y los sentimientos son, en la mayoría de los casos, irracionales.

Al pensar en las emociones humanas se tiende a considerar que estas no están ordenadas ni son predecibles, pero, ¿qué pasaría si te dijéramos que las matemáticas tienen mucho que decir en el amor? En el contexto del amor y las relaciones, las matemáticas pueden describir algunos de los comportamientos, patrones y situaciones.

En lo primero que debemos pensar al hablar del amor y de las matemáticas es en la estadística y la probabilidad. ¿Cuántas relaciones se deben tener hasta encontrar a la pareja ideal? ¿Cuál es la probabilidad de encontrar pareja en el trabajo? La estadística puede aportar mucho al análisis del amor simplemente mostrando los datos y analizándolos y os lo vamos a contar en Calculados.

El matemático Peter Backus en su artículo ¿Por qué no tengo novia? adapta una fórmula usada por el científico Frank Drake para analizar por qué los extraterrestres aún no han visitado la Tierra y la emplea para calcular el número de mujeres que cumplirían los criterios que él exige en una novia. Partiendo del total de personas del mundo va realizando probabilidades teniendo en cuenta la cercanía, la edad, los estudios, la atracción; consiguiendo un total de 26 mujeres, en su caso. ¿Te atreves a calcularlo en tú?

 

¿Se puede saber quién es la pareja perfecta? 

Hay mucho más que estadística y probabilidad en el amor. La matemática Hanna Fry, profesora del Análisis Espacial Avanzado en el University College de Londres (UCL) y autora del libro Las matemáticas en el amor explica a partir de la teoría de la parada óptima  la capacidad de elegir a la pareja perfecta.

¿En qué se basa esta teoría? Según la matemática, esta teoría se fundamenta en detenerse en una acción para maximizar la recompensa o minimizar los costes. Esto aplicado al amor podría explicarse de la siguiente manera:  si estás destinado a salir con 10 personas en toda tu vida, tienes mayor probabilidad de encontrar a la persona adecuada cuando rechazas a los cuatro primeros amantes, entre los que sólo hay un 39,87% de probabilidades de que esté tu media naranja, frente al 60,13% de que se encuentre entre los siguientes. Si estuvieras destinado a salir con un número infinito de amantes, deberías rechazar a los primeros 37%, para tener un poco más de un tercio de posibilidades de éxito.

 

P= persona ideal

n= número de todos los candidatos posibles

r= cifra de personas rechazadas

 

 

¿Y qué pasa si el amor se va acabar?

Además de calcular la importancia de conocer a la persona ideal, las matemáticas también han calculado aquellas parejas que tienen más posibilidades de romper. El psicólogo John Gottman, junto al matemático James Murray analizaron durante días a parejas debatiendo sobre temas conflictivos en su relación.

A partir de este análisis elaboraron una ecuación para conocer cómo responderán las parejas en el siguiente turno de la conversación teniendo en cuenta el estado de ánimo cuando está solo, el estado de ánimo en pareja y la influencia del llamado umbral de negatividad.

A diferencia de lo que se pudiera pensar, las personas con un umbral bajo de negatividad consiguen relaciones más duraderas porque abordan con honestidad y rapidez cualquier conflicto.

Ahora ya cuentas con todas las herramientas para ponerle un poco de racionalidad al amor. Sin embargo, nada es perfecto y el amor siempre seguirá teniendo un punto de locura.