¿Sabías que la primera calculadora portátil pesaba un kilo y medio o que los primeros ordenadores tienen mucho en común con las calculadoras? El origen de las calculadoras se remonta al siglo XVII y suponen el inicio de cómo entendemos las matemáticas en la actualidad. ¡No te pierdas los detalles y curiosidades de la evolución y la historia de las calculadoras!

Un viaje por la historia de las calculadoras

Alrededor del 3000 a. C. apareció el ábaco en Sumeria, un aparato compuesto por una serie de varillas dispuestas de forma paralela donde se insertaban unas bolitas a modo de conteo. Sin embargo, no fue hasta el año 1624 cuando el profesor alemán Wilhelm Schickard inventó la primera máquina aritmética conocida como “reloj calculador”.

Más tarde, el francés Balise Pascal diseñó ‘La Pascalina’ con la que se podía sumar y restar y que fue evolucionando hasta incluir las multiplicaciones y divisiones. Pero no es hasta 1835 cuando el inglés Charles Babbage, profesor de matemáticas de la Universidad de Cambridge, presentó su revolucionaria teoría del “motor analítico” que trajo consigo el primero ordenador numérico del mundo.

Si nos adentramos en el mundo de las calculadoras modernas tenemos que dar un salto hasta 1965, cuando Jack Kilby, coinventor del circuito integrado, creó junto a Texas Instruments la calculadora de mano portátil que finalmente se distribuyó en 1970 bajo el nombre “Pocketronic” con un precio de unos 150 dólares y que pesaba casi un kilo y medio. Este cambio marcó el comienzo de una era en la que el poder de cálculo estaba al alcance de todos.

En 1962, la IBM 7090 fue la primera computadora en utilizar aritmética de punto flotante y en 1965 Casio lanzó la 001, la que sería la primera calculadora del mundo con función de memoria. Estos avances fueron esenciales para aplicaciones científicas y técnicas que requerían una alta precisión.

Las calculadoras en la carrera espacial

Durante las misiones Apollo a la luna en la década de 1960, las calculadoras fueron fundamentales, ya que los astronautas llevaban calculadoras de mano para realizar operaciones cruciales durante las misiones espaciales. En 1974, la empresa japonesa Busicom lanzó la calculadora LC-78, considerada la más pequeña del mundo en ese momento y en 1980 aparecieron las primeras calculadoras financieras y las compañías comenzaron a centrar sus esfuerzos en desarrollar mejorías y ampliar sus funciones.

A finales del siglo XX, gracias a tecnologías como la del Sensor CMOS y de paneles solares, se desarrollaron calculadoras programables o sin necesidad de pilas. Y con la llegada de la era digital se han integrado en dispositivos como teléfonos y relojes inteligentes.

Echando la vista atrás observamos cómo las calculadoras han recorrido un largo camino, han transformado la forma en la que realizamos cálculos y han dejado una marca imborrable en la historia de la tecnología y la computación.