Todos hemos utilizado en alguna ocasión la calculadora bien sea para estudiar, para trabajar o para realizar pequeños cálculos del día a día. Es una herramienta que ha sobrevivido a los móviles y las tabletas, siguiendo presente cada día, dadas sus utilidades y ventajas.

Seguramente os resulte imposible pensar en todas las veces que has utilizado la calculadora, pero ¿te imaginas cómo fue la primera calculadora de la historia? ¿Era tal y como las conocemos en la actualidad?

Para poder hablar de su origen, tenemos que retroceder hasta el siglo XVII, concretamente al año 1623 en el que el alemán Wilhelm Shickard creó un dispositivo conocido como reloj calculador. En ese momento, esta herramienta solo era capaz de sumar y restar números de hasta seis dígitos.

Desde la Pascalina hasta la actualidad

El siguiente cambio no llegaría hasta dos décadas más tarde, en el año 1642 de la mano del matemático y físico Blaise Pascal que diseñó un utensilio más elaborado capaz de hacer multiplicaciones y divisiones conocida como la Pascalina. Esta nueva herramienta estuvo en uso casi tres siglos, hasta que, en 1902, James L. Dalton sustituyó las palancas de la máquina por botones, convirtiéndola en una herramienta más funcional.

No fue hasta mediados del siglo XX cuando se sustituyó la Pascalina por otra calculadora con características muy diferentes. Curt Herstark creo la Curta que se convirtió en la primera calculadora compacta. Sus reducidas dimensiones, permitían que cogiera con una sola mano, lo que supuso un aumento de las ventas.

En la década de los 50 apareció Casio para diseñar la primera calculadora comercial, la 14-A. Un dispositivo innovador y revolucionario que contaba con más de 342 relés eléctricos que eran capaces de resolver operaciones de suma, resta, multiplicación y división hasta con 14 dígitos.

Fue en el año 1965, cuando Casio lanzó la calculadora 001, la que sería la primera calculadora electrónica del mundo con función de memoria. Un año más tarde, Casio comenzó a comercializar en EE. UU. y Europa, teniendo así presencia en el mercado mundial.  Debido al aumento de las ventas de Casio, surgieron un gran número de competidores lo que originó la conocida como “guerra de las calculadoras”.

origen de la calculadora
Man using calculator and calculate bills in home office.

El punto de inflexión vino en 1972, cuando Casio lanzó el modelo Casio Mini, con el objetivo de ofrecer al consumidor una calculadora accesible a su bolsillo.

En 1983, Casio diseñó lo último en términos de delgadez con el modelo SL-800. A partir de ahí, las innovaciones posteriores en las calculadoras se centrarían en la funcionalidad más que en el diseño.

Las calculadoras Casio se han convertido en referente en el mercado tanto en calculadoras científicas, gráficas y financieras. La mejor opción para estudiantes y universitarios.

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